Museo el Castillo



El Museo el Castillo no sería lo que es hoy, una joya tanto arquitectónica como artísticamente de Medellín, de no haber sido por don Diego Echavarría Misas, quien adquirió el lugar tras la muerte de don José Tobón Uribe en 1943.

Desde el momento en que el castillo fue adquirido por la familia Echavarría Zur Nieden siempre tuvo la intención de ser convertido en museo, por lo cual para la decoración del lugar fueron traídos desde Europa gran cantidad de objetos artísticos de invaluable valor, tales como cuadros, esculturas, alfombras, tapices, vasijas y todo tipo de ornamentos. Además de la decoración del interior, los jardines de estilo francés del frente y los alrededores de la casa, también hacen del lugar un espacio único de toda la urbe. La fortaleza le perteneció a la familia Echavarría hasta que es decidida donarla al Municipio de Medellín tras el secuestro y posterior asesinato de Diego Echavarría en 1971, quien sería para la época el primer secuestrado de la ciudad.